Descripción
Miró Quesada Rada, Francisco
EDITORA JURÍDICA GRIJLEY
Toda fundamentación racional tiene que ser necesariamente objetiva. Puede ser de dos tipos: formal y empírica. En consecuencia, si es objetiva tiene que ser universal y necesaria. Por eso, cuando hablamos de la fundamentación racional de la democracia debemos considerar que los principios que la sustentan son universales y necesarios. La fundamentación obedece a categorías esenciales que son propias de la democracia. Categorías que deben cumplirse en todos los casos para definir, por ejemplo, empíricamente, si un sistema político es o no es democrático.
Como se ha señalado, tenemos dos maneras de fundamentar: la formal y la empírica. La primera modalidad consiste en que a partir de un a priori llegamos a conclusiones que son condiciones necesarias y de valor universal. Es decir, evidentes para nuestra razón. La segunda se basa en la comprobación científica del enunciado con la realidad. En este caso, lo enunciado en una teoría se comprueba o no con la realidad.