Descripción
Sergio Sánchez Rodríguez presenta una contribución útil al estudio de una de las fuentes sociológicas más importantes, acaso la más trascendental, de la criminología. Como parece ser una costumbre en su caso, el autor procura ver las cosas de un modo distinto, descubrir e indagar sobre cuestiones y aspectos que han pasado desapercibidos, que no recibieron la atención que se merecían o resultaban para muchos desconocidos. Por ello su libro puede leerse con gusto y sin pausa, a la par que resulta revelador, no sin dejar de abrir puertas a la polémica y el debate lo que, desde luego, será siempre de muy buen recibo en el ámbito de la academia. La Escuela de Chicago fue tal en la medida en que alentó el pensamiento crítico, la rigurosidad científica, la necesidad de desarrollar teorías con un sólido fundamento y comprobación como soporte base, junto al trabajo colectivo entre los investigadores de la Universidad de Chicago. Su unidad no derivaba de una teoría común; estaba erigida sobre unos fundamentos metodológicos compartidos, que resaltaban la importancia del trabajo de investigación descriptiva, y de la aplicación de técnicas de investigación empírica, escenario en el cual la Escuela realizó significativas contribuciones. Con la Escuela de Chicago, hay tanto de válido y vigente en la sociología y en la criminología contemporánea, que este libro es una obra de lectura obligada. Algo de especial debía ocurrir en la Universidad de Chicago para que se engendraran varias generaciones de profesores, teóricos e investigadores que produjeron las ideas más preclaras de la sociología y de la criminología de su tiempo. Este libro debe ayudar a entenderlo.